El dolor pélvico crónico es el que se presenta por debajo del ombligo y entre las caderas y la pelvis puede tener una duración de seis meses o más…
Puede referir ciertos síntomas, como:
Dolor intenso o constante
Dolor que aparece y desaparece
Molestias al orinar o defecar
Molestias al estar sentado o de pie por un tiempo prolongado.
Molestias al eyacular en el caso de los hombres.
A menudo este dolor proviene de una excesiva tensión en la musculatura pélvica. Cuando un musculo se torna hipertónico , quiere decir que su tono es elevado y no somos capaces de percibirlo. Al tener el tono tan aumentado muchas personas pierden la capacidad de relajación por lo que es importante trabajar en la relajación de esta musculatura y posteriormente en fortalecerla.
Parte del enfoque que utilizamos son técnicas manuales a nivel de abdomen e intracativarias para lograr liberar todo el tejido fascial, que es como una tela que recubre los músculos y al adherirse genera tensiones y restricciones sobre la musculatura; por este motivo la importancia de movilizarla y liberarla.
Radiofrecuencia intracavitaria y externa, nos ayuda a mejorar el aporte sanguíneo del músculo , así como la regeneración de colágeno producción de elastina que son componentes muy importantes en estos tejidos; ademas promueve la relajación de los mismos.
Ejercicios de respiración son un pilar fundamental para liberar la fascia abdominal y el diafragma.
Técnicas manuales como la liberación de los puntos gatillos a nivel intracavitario, lo que busca es la relajación del músculo por medio de digitopresión.
Neuromodulación , la cual actúa sobre los nervios que controlan musculatura del suelo pélvico y lo que busca es un reseteo de las mismas para que las señales sean adecuadas y disminuir así sensaciones de dolor.
No hay motivo para seguir pasando dolor, recuerda qué hay una solución. Lo importante esta en realizar una evaluación y de esta forma elaborar un plan de tratamiento para mejorar tu sintomatología.